Cómo fumigar las plantas, jardín o huerto

El término fumigar se refiere a la aplicación de productos sobre las plantas y cultivos con objeto de controlar sus plagas y curar sus enfermedades.

Aunque hoy en día también se pueden fumigar productos nutricionales, gracias a los fertilizantes foliares, así como otra serie de productos beneficiosos para la salud y el desarrollo de las plantas.

Hace años, en el ámbito agrario el término se refería casi exclusivamente a la aplicación de insecticidas y pesticidas tóxicos para las personas y el medio ambiente.

Por suerte, hoy en día también contamos con productos ecológicos para fumigar, cada vez más demandados y más eficaces.

En este post vamos a tratar las nociones básicas y elementales sobre la fumigación.


HAY QUE FUMIGAR NECESARIAMENTE?

La respuesta es no. Si las plantas o cultivos tienen todas las condiciones apropiadas para su desarrollo y carecen de plagas y enfermedades, no es necesario realizar ningún tratamiento.

Ahora bien, si las plantas están infestadas de alguna plaga o enfermedad, presentan deficiencias nutricionales, o sus condiciones de cultivo no son apropiadas, los tratamientos fitosanitarios sí serán necesarios.

Existen tratamientos químicos, ecológicos e incluso biológicos para cada problema fitosanitario o nutricional. La palabra fumigar ya no se debe relacionar únicamente con la aplicación de productos pesticidas tóxicos.

QUE SE PUEDE FUMIGAR

Para fumigar las plantas y cultivos los productos más empleados son los siguientes:

Fungicidas: curan los hongos y enfermedades de las plantas.

Insecticidas: Para controlar y eliminar las plagas que afectan a las plantas.

Herbicidas: Productos para eliminar las malas hierbas.

Fertilizantes foliares: Proporcionan a las plantas los nutrientes necesarios, que absorben por las hojas.

Correctores de carencias: Aportan a la planta uno o varios elementos nutricionales de los que carece.

Bioestimulantes: Revitalizan la planta después de situaciones de estrés, condiciones climáticas adversas, etc. También pueden ser estimuladores del crecimiento, de la floración, para maduración de frutos, etc.

La mayoría de estos productos para fumigar las plantas pueden ser preventivos o curativos.

fumigacion del jardin

PARA FUMIGAR EL JARDÍN:

Es raro que los distintos elementos vegetales que componen un jardín no precisen de algún tratamiento fitosanitario al menos una vez al año.

Las plagas más frecuentes en los jardines son los pulgones, la mosca blanca, la araña roja, orugas y gusanos, trips, cochinillas, caracoles y babosas.

También hay otras plagas que no afectan directamente a las plantas, pero que pueden resultar molestos, como son las plagas de hormigas.

Las avispas en el jardín y otros insectos rastreros o voladores pueden resultar molestos y peligrosos.

Para controlar y eliminar estas plagas hay insecticidas para fumigar, bien sean químicos o ecológicos, exterminadores, o simplemente repelentes y ahuyentadores.

Las enfermedades más comunes de los jardines son causadas por hongos, como el oídio, la roya, la antracnosis, phitoptora, el moteado y manchado de las hojas, o el mildiu.

Para controlar y erradicar estas enfermedades y hongos hay que fumigar fungicidas, que al igual que los productos insecticidas podrán ser ecológicos o químicos y preventivos o curativos.

plagas de las plantas más comunes

PARA CURAR LOS HONGOS DEL CÉSPED:

El césped es atacado por numerosos hongos, entre ellos el fusarium, phitium, roya, antracnosis y mancha del dólar.

Como la mayoría de estas enfermedades del césped aparecen en plena temporada, es difícil aplicar fungicidas para césped que no sean lavados por el riego.

Lo mejor es aplicar fungicidas para césped específicos, así como corregir las causas que hacen que los hongos aparezcan. La mayoría de los hongos del césped se manifiestan bajo unas condiciones que favorecen su desarrollo y propagación.

PRODUCTOS PARA FUMIGAR EL HUERTO

Las plagas comunes que afectan al huerto son prácticamente las mismas que aparecen en las plantas ornamentales y el jardín, pero las hortícolas tienen especial predisposición al ataque de todo tipo de gusanos y orugas masticadoras y minadoras de hojas.

Los gorgojos y escarabajos también son plagas de las hortícolas muy comunes, así como numerosos insectos que viven en el suelo

Como en el caso de las plantas de jardín y ornamentales, para fumigar las plagas del huerto hay que hacer uso de insecticidas, que pueden ser insecticidas ecológicos o químicos.

En cultivos comestibles hay que estar muy atentos a los plazos de seguridad, sobre todo con los productos químicos.

El plazo de seguridad es el tiempo que debe transcurrir desde el tratamiento hasta que alimento se puede ingerir porque ya no queda resto en él del producto fumigado. Siempre debe figurar en las instrucciones del producto.

Las enfermedades de las plantas de hortícolas son muy numerosas, la mayoría también causadas por hongos, pero también provocadas por virus y bacterias, más raras de encontrar en cultivos ornamentales.

Roya, oidio, antacnosis, mildiu, mosaicos y chancros son enfermedades del huerto que pueden aparecer, con mayor o menor daño para el cultivo.

Hay productos para fumigar el huerto de acción fungicida que nos ayudarán a controlar y erradicar estas enfermedades.

Podemos fumigar fungicidas polivalentes, válidos para muchos tipos de hongos, o fungicidas más específicos especialmente formulados para enfermedades concretas.

poster plagas y enfermedades plantas

Aplicar fertilizantes mediante fumigación foliar

La pulverización de fertilizantes, correctores de carencias y otras especialidades es una buena opción como alternativa a los productos aportados el suelo.

En determinadas circunstancias, este procedimiento resulta más rápido y efectivo.

Aunque la fertilización foliar resulta rápido, cómo y eficaz, nunca debe sustituir completamente a los correctos abonados y fertilización de los suelos.

Si es muy buen recurso para obtener resultados rápidos, como apoyo y para corregir deficiencias nutricionales.

La fumigación con bioestimulantes para conseguir potenciar un estado concreto del desarrollo de la planta, como la floración o el cuajado y engorde de frutos, también es muy recomendable.

Fumigar las plantas con bioestimulantes es un método eficaz y resolutivo para recuperar plantas en malas condiciones.

CÓMO HAY QUE FUMIGAR LAS PLANTAS

La mayoría de los productos para fumigar deben ser aplicados en las horas de menos calor, a ser posible por la mañana temprano o a última hora de la tarde.

Evitar los días lluviosos o con previsión de lluvias en las siguientes 48 horas que puedan lavar y disolver los productos y perder su eficacia.

Para fumigar hay que seleccionar días sin viento que puedan arrastrar a la deriva los tratamientos.

Seguir escrupulosamente las indicaciones y dosificaciones recomendadas por los fabricantes.

No mezclar productos sin estar totalmente seguros de su compatibilidad, reacciones químicas contrarias pueden hacer perder la eficacia de los tratamientos y causar graves daños a nuestras plantas y cultivos.

En la medida de lo posible, intentar identificar con seguridad la plaga o enfermedad que padece nuestra planta para poder usar tratamientos específicos para ese problema.

Si no se está seguro se puede hacer uso de insecticidas polivalentes o fungicidas de amplio espectro, pero los productos específicos siempre ofrecen mejores resultados.

En el caso de los insecticidas, contra más especiales e indicados para el control del insecto causante, mejor. Evitaremos causar daños a insectos no dañinos e incluso beneficiosos.

Intentar no hacer más caldo del que vayamos a necesitar, para que no queden sobrantes.

Lavar muy bien los pulverizadores o fumigadoras después de cada uso, preferiblemente no usar el mismo equipo para fumigar herbicidas y otros productos fitosanitarios

Intentar aplicar los tratamientos siempre al inicio de la plaga o la enfermedad, se obtendrán mejores resultados.

Si determinada plaga o enfermedad ha hecho presencia en nuestro jardín o huerto en otras temporadas, lo mejor será aplicar productos preventivos para evitar las reapariciones.

Cuando se aplica un producto fitosanitario es necesario mojar bien la planta, hasta lo que se denomina punto de goteo, que es cuando la hoja comienza a gotear el producto que recibe.

Muchas plagas y enfermedades se alojan en el reverso de las hojas, en la medida de lo posible hay que fumigar también por detrás o por debajo de las hojas.

Autor: José Julián Díaz


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